Frente a la COP20, realizada en Lima, Perú la semana pasada, donde debían tomarse decisiones fundamentales respecto a la posición de los Estados frente al Cambio Climático, se llevó a cabo la Cumbre de los Pueblos, donde diversas organizaciones, movimientos y redes de toda América Latina se dieron cita para conocer sus procesos de resistencia y plantear, a su vez su postura frente a las políticas y medidas que los Estados implementan frente al cambio climático. A continuación presentamos la Declaración donde dicha Cumbre comparte su palabra y posicionamiento,
"Abogamos por la promoción de un consumo responsable y no alienado, basado en la adopción de hábitos y pautas de consumo saludables, y de acuerdo con la necesidad humana, no sujeta a la ambición del capital. Un consumo que no contribuya a la contaminación ambiental ni al cambio climático. Alentamos el uso responsable de los recursos vitales, el reciclado y el manejo sustentable de los residuos sólidos. Nos comprometemos a promover la conciencia ciudadana respecto a las acciones que podemos llevar adelante individual y colectivamente para avanzar hacia un mundo más justo.
Los Estados deben tomar decisiones y medidas inmediatas de protección, conservación o restauración de las cuencas, los ecosistemas, las altas montañas, bofedales, humedales, páramos, estepas, bosques, acuíferos, lagos, ríos, manantiales, zonas marinas costeras, que alimentan a la Madre Tierra. Esos ecosistemas y fuentes de agua son afectados por las actividades de las industrias extractivas, como la minera, petrolera, carbonífera y gasífera, por las talas de árboles y el arrojo de desechos, entre otras causas. Se debe garantizar el derecho humano al agua y al saneamiento, en igualdad de condiciones, acceso y salubridad. Esto sólo se puede garantizar con empresas públicas en manos públicas".